martes, 14 de mayo de 2013

Los voluntarios hablan: "Un lechuzo de laboratorio"

Soy estudiante de 2º de Biología. Entré en dicha carrera porque es lo que quería y mi idea era acabar en un laboratorio entre pipetas, probetas, centrífugas, espectrofotómetros, placas de Petri, microscopios, y sobre todo un gran equipo de investigación… Pero ahora me planteo nuevos puntos de vista.


Es un día normal en clase de Zoología con una profesora singular: “Hola, quisiera hablaros de un proyecto que…” La idea acabó SOBREVOLANDO mi cabeza. No lo dudé y en ella ando inmerso. El Proyecto Sobrevolando, organizado y dirigido por estudiantes, es una experiencia para estudiantes. De forma simple pero estudiada y con un poco de pasión por la naturaleza surge un plan, un plan al que ya solo le falta el compromiso, pues toca hacer de “papás”.

Con la ilusión de ayudar en algo en lo que creo tengo que ir cada sábado y dedicar unas 2h de mi vida para alimentarlas (hasta que se valgan por sí solas), el resto de días van amantes como yo. Y este esfuerzo colectivo hará que en un futuro mas gente pueda apreciar a estos bichos sin tener que irse muy lejos de su casa en la ciudad. En esta ocasión ocurre en mi ciudad pero podría ser la tuya la próxima vez.

Escribo porque aun siendo una futura "rata de laboratorio", este proyecto me convenció por su simpleza y porque es una experiencia en la que cualquier amante de la vida debe ocupar un papel. Y además porque si eres biólogo y tienes tan seguro que quieres ser "de bata”, nunca te cierres, disfruta todo lo que te ofrece la carrera, que además te servirá para tu futuro como persona y como profesional.

Si hay algo seguro que me llevo de mi experiencia, es confirmar que cerrarte de mente equivale a perder para siempre sentimientos, ideas, nuevas ventanas de un solo uso.

I Love TYTO
¿Y tú?

Entrada escrita por Adrián García Moreno, voluntario del proyecto.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Estoy absoluta y totalmente de acuerdo contigo. En mi caso, soy alumna de tercero y también mi meta es trabajar con una bata, armada de micropipetas. Pero ante todo soy bióloga de profesión, de vocación y por pura pasión, así que el hecho de que se me brinde una oportunidad como esta es algo precioso, pues me asegura poder seguir formando la parte de bota que quizá no potencie profesionalmente.
    Estoy orgullosa de ser una mamá más de estas pequeñas bellezas y de ayudar a gente tan increíble como los locos a los que se les ocurrió este proyecto.
    Muchas gracias por todo y espero que sigáis contando con nosotros en el futuro.

    ResponderEliminar

Comenta, opina, añade... ¡Siempre suma! :)